El aragüeño Luis Alejandro Ratti se presentó como precandidato a la convocatoria del Poder Electoral para el 22 de abril. Aseveró que es independiente y de tendencias centro políticas, aunque hasta 2016 era la cara visible del Frente Bolivariano Hugo Chávez
Andrea Tosta | El Pitazo
“Ni el Gobierno ni la oposición. Yo“, apuntó enfático el aspirante a la presidencia de la República, Luis Alejandro Ratti. Para Ratti, proveniente del estado Aragua, ambos polos “son lo mismo”, razón por la que presentó como candidato independiente a las elecciones presidenciales del 22 de abril.
Hasta 2016, Ratti se mostraba públicamente como el presidente nacional del Frente Bolivariano Hugo Chávez, ataviado del rojo característico de la tolda de Gobierno y liderando procesos de reestructuración para el fortalecimiento de las bases del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).
En vísperas de las elecciones presidenciales pautadas de forma unilateral y adelantadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), se mostró como un candidato sin ideologías ni organizaciones políticas que lo respalden.
“Gracias a Dios quedaron unos por ahí que están dispuestos a asumir esta candidatura”, dijo. Solo 17 organización políticas estarán presentes en la boleta electoral, 12 de los cuales hacen vida en el Gran Polo Patriótico, además del recién validado Movimiento Somos Venezuela, organizado por Delcy Rodríguez, presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Ratti confesó no estar de acuerdo “para nada” en que no haya presencia de más toldas durante los próximos comicios: “Es grave. Hay que revisarlo. Debió ser más participativa políticamente”. Es un escenario que dista de su experiencia como competidor al Circuito 3 de la Asamblea Nacional para las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015. Para entonces, estaban presentes 62 partidos políticos. Movimiento al Socialismo (MAS) y el Partido Socialismo y Libertad (PSL) lo apoyaban, a pesar de haberse presentado también como independiente.
La medida del Consejo Nacional Electoral (CNE) de adelantar las elecciones presidenciales para el 22 de abril -celebradas históricamente en diciembre- la tildó de injusta, más no de ilegal. Consideró que será “un proceso electoral con adversidades” ante la falta de garantías de observación internacional y la posibilidad de no contar con auditorías completas de los votos. “No creo que el CNE haga trampa”, expresó Ratti, aunque declaró que “puede manipular el cronograma”.
“Pero nosotros podemos obtener la victoria ahí”, avizoró. Hizo un llamado a los ciudadanos de Venezuela a acudir a los sufragios, pues se obtendrán “resultados positivos si todos participamos”. Repudió la abstención que distintos factores de la sociedad civil y miembros de la oposición aúpan. Procuró que con su “reto de valientes” será capaz de reconstruir a la nación y dirigirla “un camino diferente a los últimos 20, hasta 30 años. Ni la Cuarta República, ni la Quinta, ni la Sexta. Hay que eliminarla de nuestras mentes”.
El precandidato propuso una Asamblea Nacional Constituyente como primera acción si resulta electo: “Necesitamos una transformación de poderes. Es momento de la reconstrucción nacional”. Además se inclinó a la apertura económica con cualquier país del globo. Expuso que estaría dispuesto a hacer negocios con Estados Unidos o China. “Yo como cristiano evangélico, llamo a integrar todos los sectores, tanto el eclesiástico como los económicos y políticos”, destacó.
Cerró la rueda de prensa con una petición religiosa: “Quiero pedirle al Señor Jesús que nos perdone por cualquier maldición que haya salido de la boca de cualquier gobernante de la nación de Israel. Yo hoy en un escenario de elecciones presidenciales quiero bendecir al pueblo de Israel, en nombre de Jesús. Pueden contar con que va a venir una Venezuela que la va a bendecir”.
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