Los gobiernos del continente que desean ver a Nicolás Maduro fuera de la presidencia de Venezuela subestimaron la capacidad del líder socialista para adaptarse a un nuevo entorno y mantenerse en el poder, dijo el lunes el embajador colombiano en Washington.
Por LUIS ALONSO LUGO / AP
“Creo que todos hicimos un cálculo equivocado de que esto se resolvía más rápidamente de lo que todos pensamos”, dijo Francisco Santos, refiriéndose a que ha transcurrido ya casi un año desde que el líder opositor Juan Guaidó se declaró presidente interino de la nación sudamericana.
Colombia y Estados Unidos integran el grupo de casi 60 países que consideran fraudulenta la reelección de Maduro en 2018, y reconocen a Guaidó como el presidente legítimo.
Santos dijo que a los gobiernos del continente les tomó por sorpresa que Maduro haya descuidado el resto del territorio venezolano para dedicarse a proteger principalmente a Caracas, y también la capacidad de recuperación de la economía venezolana, donde la escasez de productos básicos ha amainado mientras ocurrió una dolarización que deja sin poder adquisitivo a la mayor parte de la población, que sólo tiene acceso a la divisa local.
Santos rehusó comentar si la estrategia para desplazar a Maduro necesita ser replanteada por considerar que “es un tema muy delicado” y se manifestó “cautelosamente optimista” de lograr el objetivo.
El gobierno de Iván Duque ha acusado a su vecino de albergar y proteger a grupos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y al Ejército de Liberación Nacional, grupos catalogados por Washington como terroristas.
Colombia alberga al menos millón y medio de venezolanos que han abandonado su país en años recientes, por lo que para Santos será prioridad en 2020 mantener al gobierno y al Congreso estadounidense atentos al éxodo venezolano que impacta a numerosos países del continente.
Con ese fin, Santos dijo haber llevado este año a la frontera colombo-venezolana a 23 congresistas estadounidenses de ambos partidos y ambas cámaras.
En las últimas semanas, Guaidó ha enfrentado fuertes cuestionamientos de algunos de sus colegas tras el surgimiento de denuncias de supuesta corrupción que comprometen a algunos diputados.
Santos indicó que ese tema no ha salido a relucir en sus interacciones con funcionarios estadounidenses.
“Mi papel es que Venezuela y la crisis migratoria sea uno de los ejes del debate. Por ahora sigue siendo así, pero hay que hacer más”, indicó durante una conversación con reporteros.
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