Humberto Prado, director del OVP, cree que el Gobierno intenta enviarlos a las cárceles para darle una lección, pero los reos no los quieren entre ellos. Los reclusos de las cárceles de El Rodeo, Yare, Puente Ayala, Coro y Tocorón se niegan a recibir a los detenidos en las protestas
Por José Manuel Sánchez / La Verdad
Los privados de libertad en Venezuela impiden que los estudiantes privados de libertad por protestar en la calles del país formen parte de la población penitenciaria. Y si ingresan, los cuidan como si fueran sus hijos.
Carlos Nieto Palma, director de la ONG Una Ventana Hacia la Libertad, explicó que se trata de un fenómeno de solidaridad. Los líderes de las cárceles se pusieron de acuerdo para defender a los estudiantes detenidos.
El primer caso se reportó a principio de febrero, cuando un tribunal ordenó el traslado de tres estudiantes al Internado Judicial de Coro. Los reclusos de ese penal se negaron al ingreso de los manifestantes. A los pocos días les otorgaron una medida cautelar. Ese mismo escenario se ha presentado en las cárceles de El Rodeo, Yare y Puente Ayala. El último caso lo reseñó ayer El Nacional, los prames del Centro Penitenciario de Aragua, conocido como Tocorón, no permitieron el acceso de los cuatro universitarios detenidos en Maracay y privados de libertad por el Tribunal Primero de Control.
Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), usó la palabra solidaridad para definir el fenómeno. “Los protegen porque los reos no son de Marte. Son venezolanos y como tal no son ajenos a la situación que atraviesa el país”.
Explicó que el Gobierno envía a esos jóvenes a las cárceles con la pretensión de que los violen o los maten. “Les ha salido el tiro por la culata. Los preso han demostrado ser mucho más humanos que Gobierno nacional”. Indicó que cada visita ellos escuchan a sus familiares decir que no encuentran harina, leche, jabón y otros enseres.
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