Maduro tiene una base electoral sólida, aunque reducida. La militancia chavista está disminuida pero movilizada, mientras el control sociopolítico a través del carnet de la patria no es desestimable. Sacar más votos que el mandatario requiere entonces de, al menos, dos factores: una participación masiva y una candidatura que polarice. A 10 días del 20 de mayo, ninguna de las dos cosas está garantizada. Segunda entrega de una serie que explora aspectos de campaña electoral
Tal Cual DigialPara que Henri Falcón saque más votos que Nicolás Maduro el 20 de mayo requiere de dos factores importantes. El primero, que la participación sea lo suficientemente abultada como para que supere el techo electoral de Nicolás Maduro. El segundo, que se imponga una candidatura única, por acuerdo o por economía del voto (es decir, que quienes participen se decanten por “el que tiene más chance”.
Lo primero no es tarea fácil, al menos no en el actual ambiente de campaña, tan apagada como no se había visto en décadas. Varios estudios de opinión, como Delphos o Ratio UCAB, ubican la disposición a votar en cerca del 52%. De quedarse allí, la mayoría de los votos serían para Maduro quien, armado de una maquinaria y del poder del Estado además de una militancia comprometida y movilizada para mantenerlo en Miraflores, no necesitaría ni siquiera hacer trampa alguna.
Ratio UCAB cifró en abril que el 71% de quienes se declaran chavistas están convencidos de votar por Maduro. Además, da cuenta de una cohesión en el sector que aunque disminuido, se mantiene de alguna manera monolítico.
En el espectro opositor, el debate de participar o no, la desconfianza en el candidato y en el árbitro electoral han desmovilizado a buena parte de ese electorado potencial de 70% nacional. Aun así, análisis en base a encuestas sugieren que si la participación supera el 60%, Falcón puede tener posibilidades de triunfo pues Maduro tiene un techo electoral. Si el dato llegara a 80%, como en la elección de 2013, el opositor arrasaría.
Eso sí, las oportunidades aumentan si se tratase de un abanderado único. Pero frente al mandatario convertido en candidato, juegan dos nombres y la estrategia de Henri Falcón de “hablarle a los chavistas” pudiera quedarse corta.
Entonces entra en juego entonces el “factor Bertucci”. La candidatura del pastor evangélico nunca estuvo en el panorama antes del pasado mes de febrero. Ningún cálculo pudo predecirlo. Henri Falcón tampoco. Y ahora puede convertirse en un gran problema, especialmente si el exgobernador de Lara aspira lograr un impulso fundamental al comer una tajada del electorado chavista “arrecho con Maduro”.
De hecho, según estudios de Delphos, cerca de la cuarta parte del electorado del candidato de Esperanza por el Cambio es chavista inconforme. Los no alineados y opositores se reparten en proporciones más o menos parejas.
“El voto sorprendente de Bertucci es el chavista. Esos descontentos se están yendo con él, y eso puede haber sorprendido a Falcón, que calculó los tendría”, dice Félix Seijas. En cambio, el voto chavista que se inclina por el exgobernador “no llega ni a 5%”, según el encuestador
Las razones para tal distribución son muchas. Allí se cuenta, por ejemplo, que el chavista descontento busca hacer notar que lo está pero no votando por “la oposición” sino por otra opción, incluso una que “no tenga chance” pero que sirva para el voto protesta.
¿Bertucci pudiera tener chance?
“Las encuestas indican 58% Javier Bertucci, 20% Nicolás Maduro y 7% el otro candidato”, aseveró Javier Bertucci el miércoles 9 de mayo. No citó nombre de las encuestadoras que menciona ni mostró respaldo para tan abultados números. Pero sí está en la carrera.
Un estudio de Delphos señala, solamente entre los muy seguros de votar (51,3% del electorado), que Nicolás Maduro lograría el 43% de los sufragios, seguido por Falcón con 24% y Bettucci con 19%. En ese caso, los indecisos se ubican en 14%.
Al incluir a los que “quizá votarían”, la participación alcanzaría 65,6%. En ese escenario, recordando que una encuesta es la fotografía de un momento, Maduro baja a 38% pero Falcón se mantiene en 24 puntos. Bertucci sí sube en un dígito, pero el renglón que más se abulta es el de los indecisos, que escalan a 18%.
Según Félix Seijas, director de la firma Delphos, “Bertucci viene creciendo entre 1,5 y 2 por ciento semanal. En cambio, Falcón viene retrocediendo a ritmo muy lento: medio punto semanal. Él dejó de crecer desde hace como dos semanas”.
“La campaña de Bertucci está bien hecha. Es simple, primaria y precaria pero con el mensaje que debe llevar”, suelta Carmen Beatriz Fernández, directora de Dataestrategia y experta en marketing político. “Falcón nunca ha dado el mensaje correcto, y el suyo es difícil determinarlo. Cuando analizas un candidato y no encentras claramente el mensaje, allí hay una falla”, añade refiriéndose a cómo el de Avanzada Progresista ha hablado de dolarización –bandera que ha alzado más su asesor Francisco Rodríguez que él mismo–, de “se va”, de transición en paz, de salvar a Venezuela, entre otras premisas, además de un constante debate con el abstencionismo y la propia MUD, que también le ha disparado desde el primer día.
Falcón saca números
El exgobernador de Lara no se achanta con tantos números. Al contrario, muestra estudios de opinión mostrados que ubican a Bertucci en un lejano tercer lugar.
El 10 de mayo el propio aspirante divulgó un resultado de la firma Datincorp —con fecha de referencia 9 de abril, un mes antes— que le asigna 9% del electorado al competidor de Esperanza por el Cambio, mientras que Falcón, con 34%, supera a Maduro (22%), con un porcentaje de indecisos de 16 puntos. Se trata del resultado en base al “total país” y no filtrando los “muy seguros de votar”, como confirman desde la empresa encuestadora. Allí afirman, no obstante, que al tomar solamente a los “totalmente decididos” de acudir a las urnas la ventaja se reduce pero igual sigue ganando Falcón.
Lo que recogemos en la calle se refleja también en las encuestas. El candidato del hambre se está quedando solo, sin respaldo. Esta es nuestra oportunidad de concretar el cambio #ConTuVotoSeVa ¡VOTA! pic.twitter.com/1e8TKagYEl
— Henri Falcón (@HenriFalconLara) May 10, 2018
Lo mismo con otra lámina, divulgada el 9 de mayo por Francisco Rodríguez, que muestra un resultado de Datanálisis hasta el 3 de mayo: Falcón galopa con 27,6% seguido de lejos por Bertucci y Maduro que se disputan el segundo lugar con 17,1% y 16,7%, respectivamente. Los números también se corresponden con el “total país” y no los “muy dispuestos a votar”, que es la lámina relevante, a decir de los propios analistas de la encuestadora.
Según la última encuesta de Datanálisis, realizada entre el 24 de abril y el 8 de mayo, @HenriFalconLara consolida su posición en primer lugar con más de 10 puntos de ventaja. El #20Mayo, #MaduroSeVa y #VenezuelaVuelve pic.twitter.com/ZrWxo1ys6z
— Francisco Rodríguez (@frrodriguezc) May 10, 2018
Mientras, el jefe de campaña de Falcón, Claudio Fermín, hizo circular otra lámina de resultados de Datanálisis, con fecha mayo 2018, que mantiene el porcentaje para su candidato pero varían las posiciones de Maduro y Bertucci, al tiempo que disminuye la abstención en 1%. En este caso, se trata también de un retrato que toma en cuenta todos los encuestados y no solamente los seguros de acudir a las urnas.
Francisco Rodríguez también dio a conocer otra encuesta, esta vez de Consultores 21 y también hasta el 3 de mayo, en la cual el voto polarizado de los seguros de participar muestra con ventaja a Falcón sobre Maduro con diferencia de 9 puntos. No obstante, la pregunta formulada a los consultados excluye el nombre de Bertucci y lo deja tan solo como “otro candidato”. Además, revela que los muy seguros de sufragar son solamente el 56,6%.
La preferencia de los votantes por la candidatura de @HenriFalconLara es clara en otros escenarios de la encuesta de Consultores21 pic.twitter.com/J9HdUf0cEj
— Francisco Rodríguez (@frrodriguezc) May 10, 2018
Por su parte, el candidato del PSUV se mantiene totalmente estable, al menos en los sondeos de Delphos. “Lo que tiene que asegurar Maduro es la parte de su electorado que pudiera estar dudando en ir a votar. Tiene que asegurarse es en la movilización, y por eso todos sus mensajes de ‘dando y dando’ y ‘amor con amor se paga’”, dice el estadístico.
En ese sentido, el analista electoral Eugenio Martínez, entrevistado por César Miguel Rondón el 10 de mayo, afirmó que “hay un cruce de variables de la encuestadora More Consulting que concluye que de la gente que tiene carnet de la patria hay cuatro millones de ciudadanos que lo utilizaron para votar en 2017 que creen que el voto no es secreto y además reconocen que dependen exclusivamente de los CLAP para comer en sus hogares. Ese es un dato de participación que abulta cualquier proyección que pueda existir en este momento, por la presión para votar”.
En la unión, ¿la fuerza?
Por separado cuesta pensar que los contendores de Maduro puedan superarlo en papeletas. Pero la posibilidad de una candidatura única está descartada.
Para la noche del 9 de mayo se anunció un encuentro entre Falcón y Bertucci. No ocurrió, pero Luis Alejandro Ratti, quien declinó al favor del nacido en Nirgua, dijo haberlo representado en el encuentro con el evangélico y expuso posteriormente que Bertucci “le hace el juego al gobierno” y “decidió dejarse llevar por sus propias ambiciones”.
La respuesta del “candidato de las sopas” fue que la conversación había ocurrido “entre equipos de campaña”, que el jefe de campaña de Ratti se unió a él, y que la arrogancia de los otros había impedido un acuerdo. El de Esperanza por el Cambio aspira que Falcón se sume a él pues dice ir subiendo en los sondeos. “Declinando yo, se pierden esos votos (…) Si yo estuviera seguro de que retirándome y declinando se lograra ganarle a Maduro lo hago, pero eso no es así”.
Delphos calcula que la mitad del electorado del pastor evangélico migraría a votar por Falcón, pero los votos no son endosables en su totalidad. Nunca lo han sido.
Además, en toda elección se produce el “efecto bandwagon”, que es el impulso gregario de la sociedad por sumarse a la opción que se considere “tiene más chance”. Justamente para eso es que los comandos de campaña inician una guerra de encuestas, para mostrar que van ganando, que salen arriba, que son los que “el otro” va a escoger.
Ello influye en la economía del voto: quien vaya a votar y crea que hacerlo puede cambiar al gobierno, se decidirá por la opción que considere tiene más oportunidad de lograrlo. Y muchas veces esa reflexión ocurre apenas a horas, minutos o instantes antes de pulsar el botón de la máquina.
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