El jefe de Estado aseguró que la oposición no respeta las fuerzas del pueblo porque “no tiene proyecto democrático para esta patria, su proyecto es golpista y destruir la Constitución”. Sin embargo, se mostró dispuesto a aceptar el reto de medirse en la calle
Por José Gregorio Martínez / laverdad.com
A pesar de que en los medios de comunicación poco se difundió sobre las movilizaciones que un sector de la oposición, encabezado por Leopoldo López y María Corina Machado, realizó ayer en todas las capitales del país, el Gobierno se puso alerta ante las manifestaciones en su contra, al punto que el presidente Nicolás Maduro no pudo dejar pasar por alto el tema en el acto de conmemoración de los 15 años de la llegada de Hugo Chávez al poder.
"Vamos a neutralizar cada conspiración que prepara la oposición; candelita que se prenda, candelita que apagamos. La Oligarquía nunca podrá eliminar y borrar la Constitución", advirtió Maduro, al tiempo que aseguró que ante cualquier intento de desetabilización, sea política o a través de la llamada guerra económica, optará por una mayor "radicalización" de la revolución.
El jefe de Estado aseguró que la oposición no respeta las fuerzas del pueblo porque “no tiene proyecto democrático para esta patria, su proyecto es golpista y destruir la Constitución”. Sin embargo, se mostró dispuesto a aceptar el reto de medirse en la calle. “Calle y más calle digo yo ¿Quieren calle? Vamos a darle pues, sin caer en provocaciones (…) sin salirse de la Constitución. Después no se quejen de que son perseguidos políticos”.
Sin tregua
El diálogo parece haber quedado atrás. A pesar del acercamiento con el Gobierno por parte de Henrique Capriles, gobernador de Miranda; y Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas, para coordinar políticas en materia de seguridad, Maduro no escatimó en ofensas contra los dirigentes opositores.
Imitando a su mentor Hugo Chávez, Maduro se dirigió a Capriles como el “majunche, cuatriderrotado”, a quien criticó por haber viajado a Miami, Estados Unidos e insistió en que era un “farsante con todo y ropa”. Sobre Ledezma dijo que era un “cero a la izquierda” en la historia de Venezuela.
No tardó en reeditar el discurso antiimperialista, acusando a Estados Unidos de querer dividir al socialismo en Latinoamérica luego de la Cumbre de la Comunidad Económica Latinoamericana y Caribeña (Celac), llevada a cabo en Cuba, debido a que el Gobierno de Barack Obama afirmó que la Celac traicionó los principios democráticos al respaldar a Cuba. “Quien intente dividir a América Latina verá a Venezuela de pie (…) No se equivoquen con Venezuela, a cada provocación responderemos con contundencia”.
Maduro anunció que el 8 de febrero será lanzado el Plan de Pacificación y someterá a consulta del pueblo el proyecto de Ley de Pacificación. También informó que fueron aprobados 400 millones de bolívares para el Fondo Especial del Movimiento por la Paz y por la Vida, por la vía de recursos extraordinarios, los cuales serán invertidos en “desmovilizar” y “desarmar” a bandas delictivas, generando empleo a través de proyectos productivos.
Evitar divisiones
Nicolás Maduro llamó a sus simpatizantes a evitar divisiones y actuar con lealtad suprema, como una advertencia a quienes hacen “críticas infundadas” desde el oficialismo. “Pónganse en mis pantalones, pónganse en mis zapatos, a los criticones de oficio los llamo a la reflexión y la rectificación. No caigan en los errores que nos llevaron a golpes de Estado y a dividir nuestra fuerza".
Aprovechó para proponer la creación de una alianza distinta al Gran Polo Patriótico y al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), para lo cual pidió realizar un congreso que permita aprobar un documento fundacional que selle un compromiso para los próximos 10 años.
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