La oposición tiene la opción de plantear su versión en el foro más poderoso de ONU.
PEDRO PABLO PEÑALOZA | EL UNIVERSAL
En marzo de 1992 el embajador de Venezuela ante Naciones Unidas, Diego Arria, creó un mecanismo que permitió a representantes y organizaciones no gubernamentales, así como a los jefes de Estado de países que no forman parte en el Consejo de Seguridad de la ONU, comunicar sus posiciones a los miembros de esa exclusiva instancia mundial.
Aquella iniciativa que en principio sirvió para abordar la crisis de la extinta Yugoslavia y que dio voz al presidente de Bosnia-Herzegovina, Alija Izetbegovi¿c, fue bautizada como "fórmula Arria".
Gracias a la "fórmula Arria", el líder sudafricano Nelson Mandela, el jefe de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, y el secretario general de Amnistía Internacional, Pierre Sané, pudieron expresar sus posiciones frente a integrantes del foro más poderoso e influyente de Naciones Unidas, en sus esfuerzos por buscar salidas pacíficas a los conflictos en los que intervenían.
"Estas reuniones -que en la actualidad se llevan a cabo regularmente- ofrecen a los miembros del Consejo que estén interesados la oportunidad de participar en un diálogo directo con los altos representantes de los gobiernos y las organizaciones internacionales, a menudo previa solicitud de estos últimos, así como con las partes no estatales, sobre cuestiones que les afectan y que están comprendidas en el ámbito de responsabilidad del Consejo de Seguridad", explica la ONU en su página web.
Una alternativa
¿Podría aplicarse la "fórmula Arria" para tratar la crisis política venezolana ante el Consejo de Seguridad de la ONU?
"Es posible", responde el ex embajador Milos Alcalay, quien opina que este modelo posibilitaría que factores de la oposición venezolana "puedan hacer valer su preocupación" en esa instancia de Naciones Unidas.
Alcalay recuerda que entre los principios de la ONU figura "prevenir conflictos", mientras destaca que ya el secretario general de la organización, Ban Ki-monn, y la alta comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillai, han manifestado sus inquietudes con respecto al caso venezolano.
La internacionalista María Teresa Romero estima que la "fórmula Arria" sería "de gran utilidad porque involucraría a una institución (Consejo de Seguridad) con autoridad y prestigio, que de forma más objetiva y equilibrada oiría a todas las partes del conflicto en igualdad de condiciones".
Romero subraya que "bajo esa fórmula, el proceso de negociación sería más creíble y justo". Sin embargo, observa que el Gobierno cerraría esta puerta por considerar que la crisis no es de máxima gravedad. "La realidad es que, por lo general, la 'fórmula Arria' se ha utilizado en conflictos civiles muy severos", concluye.
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