Dirigentes de la MUD coinciden en la necesidad de buscar a una figura sin vinculación partidista. La oposición se niega a declarar abiertamente para evitar molestias internas y planea cambios antes de elegir al secretario ejecutivo
Por Juan Pablo Arocha / La Verdad
La Mesa de la Unidad Democrática fue conformada alrededor de la figura de Ramón Guillermo Aveledo. Fue a él directamente a quien encomendaron la tarea, luego de las elecciones presidenciales de 2006, de sentar en una misma mesa al variopinto chavismo. La plataforma nació apenas como un punto de encuentro, que fue tomando fuerza e influencia en medio de las circunstancias políticas. Por eso, sustituir al secretario ejecutivo ha sido tan complicado y han tenido, por la fuerza, que iniciar una reestructuración interna de toda la estructura.
Cuatro reuniones macro se han realizado desde que Aveledo anunció su separación del cargo el mes pasado. Pero no se definió aún al sustituto. Una fuente interna explica que esta decisión será una de las últimas que se tomen, tras la reestructuración interna, pues requiere de mucho diálogo para buscar el consenso.
Lo único que se atreve a decir públicamente Cristóbal Fernández Daló, secretario ejecutivo interino, es que el dirigente seleccionado debe ser "independiente", sin dirección partidista.
Aunque ciertamente ningún partido confirma que haya alguna tendencia mayoritaria, en las consultas privadas tres nombres son constantes como sustitutos de Aveledo: Omar Barboza, Américo Martín y Arnaldo José Gabaldón.
Barboza cuenta con una buena imagen dentro de los partidos de la MUD. Podría ser uno de los favoritos. Sin embargo, su vinculación directa con Un Nuevo Tiempo (aunque ya no tenga cargos directivos) dificulta el consenso en torno a su figura. Actual diputado a la AN por el estado Zulia, no cumple con el requisito de ser "independiente".
El nombre de Américo Martín también ha sido puesto sobre la Mesa. Político de izquierda con larga trayectoria, contra su nombramiento atenta su salud. Aunque está muy activo, tiene dificultades auditivas propias de su edad.
Gabaldón, ingeniero y exministro de Obras Públicas y Ambiente en la IV República, cumple -como Martín- con el requisito de no militar en ninguna organización política. Es, de los tres, el que menos proyección tiene como dirigente actualmente: un perfil que puede ser similar al de Aveledo cuando se instaló la MUD, pues entonces estaba dedicado a la docencia. Sin embargo, algunos representantes de partido reconocen que posee poca capacidad discursiva.
Los cambios
La instancia que definitivamente se eliminará será la del secretario ejecutivo adjunto, que mantenía el cuestionado Ramón José Medina. En su sustitución, el futuro secretario ejecutivo contará con coordinaciones de apoyo.
Los dirigentes opositores no quieren declarar abiertamente sobre las negociaciones internas. Temen que cualquier opinión vuelva a causar un sisma interno. Ya, al menos, hubo consenso en la necesidad de desmantelar el G-7 como órgano élite en la toma de decisiones: allí solo estaban integrados los partidos más votados en las elecciones regionales de 2012.
Lo habitual era que este grupo "especial" se reuniera cada lunes para decidir lineamientos que bajaban al resto de los partidos opositores. Ahora, todas las toldas que tienen representantes en la MUD tendrán voz y voto dentro de un grupo directivo.
Adicionalmente, se aprobó la conformación de un consejo asesor de personalidades independientes, que trabajarán activamente con la junta directiva.
El trabajo
Parte de las primeras acciones que espera concretar la MUD es la activación del grupo de trabajo para las Acciones de Calle. La instalación de las captahuellas en supermercados unificó el criterio del cónclave, en cuando a la necesidad de enfrentar por diferentes vías las acciones del Ejecutivo.
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