José Vicente Rangel, vicepresidente de Venezuela tras el fallido golpe de Estado que en 2002 derrocó durante dos días al entonces presidente Hugo Chávez, reclamó hoy la excarcelación de unos de los comisarios condenados por la intentona
El Nacional 
El sucesor de Chávez, Nicolás Maduro, "no dirige un Gobierno represor, todo lo contrario. Tiene un profundo sentido humano" y por lo mismo debe amnistiar a Iván Simonovis, que desde 2004 cumple una condena de 30 años por la violencia registrada durante el golpe, dijo Rangel en su programa dominical en la emisora Televen.
La justicia venezolana negó el pasado 21 de febrero la "medida humanitaria" solicitada a favor de Simonovis, condenado junto a los también comisarios Lázaro Forero y Henry Vivas, quienes por razones de salud fueron excarcelados en 2011. "Muy pocos en el país permanecen en la cárcel tanto tiempo y Simonovis también está muy delicado de salud. ¿Qué impide una medida de gracia? No entiendo lo que pasa", añadió Rangel, quien también fue ministro de Defensa, del Interior y de Relaciones Exteriores durante la gestión de Chávez, fallecido en marzo pasado.
Bony Pertiñez, la esposa de Simonovis, reveló que este se encuentra desde el jueves pasado en el Hospital Militar. Desde ese día, ha sido sometido "a un montón de exámenes, incluso psiquiátrico", lo que constará en un informe "que van a remitir al tribunal y entonces la juez tomará la decisión" sobre una nueva petición de medida humanitaria pedida, manifestó su cónyuge.
El pasado 31 de enero, y tras una inicial petición de medida de gracia a favor de Simonovis, el entonces vicepresidente de Venezuela y actual gobernante dijo que no "puede haber impunidad" para los responsables de los crímenes del golpe de Estado y que más bien la ley debía aplicarse "con todo su peso sobre esos criminales". El comisario fue operado de urgencia en julio pasado por una "peritonitis con gangrena vesicular", una de las 19 patologías que lo quejan, entre ellas una osteoporosis severa agravada por no recibir sol periódicamente, según Bony Pertiñez.
