La muerte de seis miembros de colectivos de Caracas este año ha desatado la pugna entre algunos movimientos sociales. La primera fisura entre esos grupos surgió cuando Juancho Montoya, líder del Secretariado Revolucionario de Venezuela, que entonces agrupaba a casi 200 colectivos, fue asesinado en Candelaria el 12 de febrero, luego de la marcha del Día de la Juventud convocada por la oposición.
ANGÉLICA LUGO
El segundo reagrupamiento está en proceso. La muerte de cinco integrantes de los colectivos 5 de Marzo y Escudo de la Revolución, en el allanamiento al edificio Manfredir y el rescate de tres funcionarios tomados como rehenes, sacó a la calle las diferencias entre los grupos. Dos frentes de colectivos han salido a mostrar su legitimidad como aliados del gobierno, pero se desmarcan entre sí.
En la incursión en el edificio Manfredir fue ultimado José Odreman, que había asumido parte del liderazgo de los movimientos luego de la muerte de Montoya.
En una entrevista concedida el mes pasado a El Nacional el líder del Frente 5 de Marzo explicaba la actuación de los colectivos en Cotiza, donde vecinos denunciaron que el grupo tendría el control de la zona y que supuestamente extorsionaba negocios. En esa conversación telefónica el ex sargento primero de la Policía Metropolitana negó los señalamientos e indicó que se había separado del Secretariado Revolucionario después de la muerte de Juancho, pues no estaban de acuerdo con la directiva.
El colectivo que lideraba Odreman forma parte de más de 100 grupos incorporados en el Movimiento en Defensa Juan Montoya y que operan desde la antigua Comandancia General de la Policía Metropolitana. La entrada es custodiada por la PNB y los visitantes son recibidos por un mural con imágenes de Eliézer Otaiza y Juan Montoya, así como el logo del Movimiento por la Paz y la Vida.
Con la muerte de Odreman el liderazgo de esos grupos lo asumió un hombre a quien llaman “el Uno”. Aunque conversó con El Nacional, dijo que prefiere no identificarse por los momentos: “Estamos viendo cómo nos reagrupamos y quién será nuestro nuevo comandante”.
Secretariado en el Cicpc. El Secretariado Revolucionario marchó el jueves al Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz y a la sede del Cicpc en la avenida Urdaneta de Caracas para apoyar al gobierno de Nicolás Maduro, porque se consideran “hijos de Chávez”, y a desmarcarse de los hechos ocurridos en el Manfredir, donde la policía informó que estaba actuando contra una banda delictiva y no contra un colectivo.
El director del Cicpc, José Gregorio Sierralta, aseguró que el procedimiento estuvo dirigido a desmantelar “la peligrosa banda del Odreman”, implicada en un triple homicidio y el descuartizamiento de una mujer. El ministro Rodríguez Torres también respaldó la actuación. Sin embargo, una semana después del procedimiento se dictaron órdenes de aprehensión contra siete funcionarios del Cicpc que participaron en el hecho.
“El colectivo de Odreman y la gente del otro colectivo tienen que responder cada quien por sus responsabilidades. Los colectivos son autónomos. Hay muchos que se han escudado dentro de los colectivos y han cometido algunos actos ilícitos”, dijo en la movilización Glen Martínez, representante del colectivo Radio 23, de la parroquia 23 de Enero.
En la sede del Cicpc, donde fueron recibidos por el subdirector de ese cuerpo de seguridad, Douglas Rico, está preso Hermes Barrera, presunto homicida de Juan Montoya. Rosner Barrera, hijo de Hermes Barrera, participó en la movilización del secretariado y también se desmarcó del grupo de Odreman.
“Odreman fue expulsado del secretariado dos meses después de la entrega de armas hecha en el 23 de Enero (en un acto con Maduro el 8 de agosto de 2013). Nuestro comandante Juancho se dio cuenta de las irregularidades en las que estaba metido, como robos y extorsiones a los comerciantes. En el secretariado tenemos un estado mayor en donde seguimos los lineamientos de mi padre”, dijo.
Los de Odreman. Richard Sánchez, hermano de Odreman, le solicitó al presidente Maduro que efectuara un cruce de llamadas, pues aseguró que el último contacto que hizo el líder del 5 de Marzo antes de morir en el Manfredir fue con el director del Cicpc: “Él le pidió a Sierralta que retirara las comisiones de funcionarios. A mi hermano le dieron más de 40 disparos. Voy a seguir recolectando los hechos sobre la muerte de estos muchachos. Si los colectivos no se agrupan y se unen con los consejos comunales, los van a seguir matando”.
En la incursión del Manfredir el primero que murió fue Carmelo González, de 27 años de edad. Vivía en el edificio y era el jefe del colectivo Escudo de la Revolución. Este grupo anunció que el jueves marchará desde Catia hasta la Fiscalía para reivindicar a los caídos en el allanamiento.
Su padre, del mismo nombre y conocido dirigente en Macarao, mostró las actas constitutivas, el RIF del colectivo y diplomas de su hijo para indicar que no estaba involucrado en los delitos de los que lo acusan.
“Mi hijo lideraba los movimientos de motorizados y recibió reconocimientos por eso. En las guarimbas de febrero el presidente llamó a los gremios a que se organizaran. Los colectivos tienen una red y están comunicados. Hasta hoy no sabemos cuál es el móvil de esos asesinatos. Esperamos que se haga justicia”, dijo el sábado sentado en una panadería del centro de Caracas, antes de asistir a la marcha convocada en honor del diputado Robert Serra.
Las conexiones del 5 de Marzo
El Frente 5 de Marzo y los colectivos que hacen vida en la antigua sede de Cotiza estaban incorporados en el Movimiento Por la Paz y la Vida.
El 8 de agosto de 2013 el presidente Nicolás Maduro participó en un acto de entrega de armas en la parroquia 23 de Enero. A la actividad asistieron los representantes de 97 colectivos, entre ellos el 5 de Marzo.
El 12 de febrero de 2014, desde el Cuartel de la Montaña, José Odreman, líder del frente 5 de Marzo, exigió justicia por la muerte de Juan Montoya.
El 24 de febrero de 2014 José Odreman y Carmelo González, líder del Escudo de la Revolución, compartieron con Maduro en Miraflores en una actividad que denominaron “Motorizados por la paz y la vida”, celebrada en los días de protestas, en la que el gobierno pidió a los motorizados y colectivos eliminar las barricadas.
El 7 de junio de 2014 el actual jefe de gobierno del Distrito Capital, Ernesto Villegas, compartió con Odreman y con otros miembros en la antigua sede de la comandancia de la PM, el búnker del Frente 5 de Marzo, en la inauguración de Movimiento de Defensa Popular Juan Montoya.
El 8 de octubre los cuerpos de Odreman y Maikol Contreras, funcionario de Policaracas y miembro del 5 de Marzo también ultimado en el procedimiento del Manfredir, fueron velados en el auditorio de la antigua comandancia de la PM, en Cotiza. La sede fue custodiada por funcionarios de la PNB.
El 9 de octubre Odreman y Contreras, también del Frente 5 de Marzo, fueron sepultados en el Cementerio General del Sur al lado de las tumbas de diputado Robert Serra, Eliézer Otaiza y frente a la de Lina Ron. Los gastos del entierro fueron costeados por el viceministro de Articulación Social del Despacho de la Presidencia, José Aranguren, informaron familiares. El jueves comenzarán a construir un mausoleo para ambos líderes de los colectivos.
alugo@el-nacional.com
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