La encuesta de la firma señala que la aprobación a la gestión del presidente Nicolás Maduro, subió en marzo por tercer mes consecutivo para ubicarse en 28,2 por ciento.
EL UNIVERSAL
Según una encuesta de la firma Datanálisis, el oficialismo perdería la mayoría que ostenta en la Asamblea Nacional en las elecciones de fin de año al sólo alcanzar el 25 por ciento de los votos, frente al 45,8 de la oposición, si las elecciones fueran en este momento.
Por otro lado, revela que la aprobación a la gestión del presidente Nicolás Maduro, subió en marzo por tercer mes consecutivo para ubicarse en 28,2 por ciento.
Analistas opinan que las sanciones del Gobierno del presidente estadounidense Barack Obama a funcionarios venezolanos causaron molestia entre los seguidores de Maduro y los unió en torno a su figura, reseña Reuters.
A fines del año pasado, la aprobación del heredero político del fallecido Hugo Chávez tocó un mínimo de 22,8 por ciento. Sin embargo, desde allí ha venido repuntando. A principios de marzo, la aprobación de Maduro fue de 24,7 por ciento.
Un 65 por ciento de la población, sin embargo, desaprueba su gestión y ocho de cada 10 consultados creen que la situación del país es "negativa", según la encuesta presentada la semana pasada.
Desde que asumió como presidente de Venezuela hace dos años, la popularidad de Maduro había ido perdiendo terreno a medida que la crisis económica se acrecentaba en el país miembro de la OPEP.
Venezuela ha visto descender sus ingresos en casi la mitad tras el abrupto retroceso de las cotizaciones del crudo, su principal producto de exportación.
El dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López, apresado por su participación en las protestas de febrero del 2014, es el líder opositor con mayor aceptación, con 40,4 por ciento, junto con el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles, con 40 por ciento, lo que representa un empate técnico.
Según el sondeo, realizado entre el 17 y el 26 de marzo con un nivel de confianza de 95 por ciento, el mayor problema de los venezolanos es el desabastecimiento de alimentos, seguido de lejos por la inseguridad.
El Gobierno culpa de los problemas económicos a la oposición y Maduro argumenta que, con apoyo de Washington, busca sembrar el caos para derrocarlo. Esas acusaciones han sido negadas.
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