El estudiante Marco Coello fue entrevistado anoche por Fernando del Rincòn en una exclusiva de CNN en Español. Allí contó su salida de Venezuela por el aeropuerto de Maiquetía con su papá, las torturas que recibió en los primeros tres días de detención, su experiencia al conocer a Leopoldo López personalmente tres meses después, y el estado de su petición de asilo.

Forista Bulldozer / Noticiero Digital

Así lo dijo.

“Lo que más me marcó fueron las primeras 24 hora de mi aprehensión. Estaba en la marcha y me cae una bomba lacrimógena en el cuerpo. Al caer aturdido por el humo, unos muchachos me ayudan y al yo pararme, tratando de buscar una manera de salir (…), se me para una persona vestida de civil y me pone una pistola en la cabeza. Yo pensando que la persona me iba a robar, trato de escaparme y cuando volteo tenía ya a 8 funcionarios encima, con pistolas, y uno con un extinguidor, quien llegó y me pegó por la espalda con el extinguidor. Ahí yo como que medio me desmayo y ya me tenían agarrado los funcionarios, dándome golpes, golpes, sin saber a dónde me llevaban y en ese momento, sin saber que eran funcionarios porque ninguno se identificó como policía. Al meterme en un edificio, me meten por un pasillo largo donde había toda cantidad de funcionarios, hombres y mujeres, me entraban a golpes hasta que llego al final del pasillo donde leo un letrero que dice: Cicpc”.

¿Dónde te golpeaban?”, preguntó del Rincón.

“En la cara, en el estómago, donde llegaran a darme. Era una furia que tenían que no la controlaban”, respondió”, y sin ninguna razón”. “Yo no sabía por qué me habían agarrado a mí”.

Y siguió Coello: “Ahi me arrodillaron, me esposaron y me pusieron contra una pared, más o menos unas cinco horas, donde cada funcionrio que pasaba me apretaba las esposas contra los pies y me pegaba la cabeza contra la pared”.

Luego, – siguió- “a mí me llevaron a un cuarto aparte y me ponen una declaración donde me dicen que la firme diciendo que yo era el responsable de todos los hechos que habían pasado y que Leopoldo López te estaba dirigiendo a ti”.

“¿Y si no lo hacías, qué?”, le preguntó del Rincón.

“Me pusieron una pistola en la cabeza y me dijeron: si no lo haces, te vamos a matar. Sabemos donde vive tu familia, me dieron el nombre de mi papá, de mi mamá, de mis hermanas, de mis hermanos y que iban a arremeter contra ellos si yo no firmaba”.

“Yo les dije, no la voy a firmar, porque yo no puedo culpar a alguien de algo que no ha hecho y no voy a admitir algo que yo tampoco he hecho”.

Coello entonces siguió: “En un momento pensé que me iban a matar porque la persona que me estaba apuntando cargó la pistola pero sale una mano por detrás y le quita la pistola y le dice: No, no lo mates aquí que hay cámaras. Si quieres lo llevas para afuera y lo matas afuera. Ahí yo lo que hice fue bajar la cabeza y me resigné”.

“¿No lo va a firmar? Ahh, tú eres bravo; mételo en el sótano. Ahí me bajan a un sótano, un cuarto oscuro, pasan unos 10 minutos y yo veo que llegan y entran como 8 funcionarios, me envolvieron en una colchoneta y empezaron a entrarme entre batazos, palos de golf, golpes, patadas, me echaban gasolina, me ponían un yesquero y me decían que me iban a prender en fuego (…) y después que ya vieron, después de 4 horas de tortura, que yo no iba a firma, intentaron lo último: darme unos choques eléctricos. Al ver que (…) ya yo no podía con mi vida, dijeron, déjalo ahí, para que lo dejen preso”.

Coello: "Me pusieron una pistola en la cabeza"

Coello comentó que en un momento le preguntó a los funcionarios si él no tenía derecho a una llamada telefónica. “Sí, tú tienes derecho a una llamada pero cuando a nosotros nos dé la gana”, le contestaron.

“Estuve tres días incomunicado”, siguió, comentando cuando tres días después fue presentado en audiencia tuvo solamente 10 minutos para contarle a su abogado, abogado que en este caso era su madre.

Cuando del Rincón le preguntó cómo hizo para no quebrarse y decir: ‘está bien, firmo esta porquería”, Coello respondió: “Mi familia me inculcó demasiados buenos valores; yo tampoco podía firmar algo haciéndome culpable de algo que no había hecho y menos a otra persona (Leopoldo López) que tampoco había hecho nada malo y que más bien quería un bien para el país y que, de cierto modo, estaba haciendo algo que no iba en contra de la ley”.

Comentó el joven estudiante que cuando fue apresado recién había cumplido 18 años y que el proceso al que estuvo sometido le afecta mucho. “Tengo pesadillas, secuelas, flashbacks de torturas, de las muertes que vi el día de la manifestación, imágenes de sangre de mis golpes”.

Dijo también que durante su detención, se le presentaron “muchos” abogados de la Defensoría Pública a ofrecerle su apoyo pero, “muchos trataban de amedrentarme y decirme, si no agarras Defensoría Pública te vas a quedar preso. Era todos los días”.

Encuentro con Leopoldo López y los otros estudiantes detenidos

Comentó que los otros estudiantes detenidos se encontraban con él en la misma celda, “junto a cualquier cantidad de delincuentes, sicarios” pero que en “ese momento nos estábamos conociendo”.

¿”Desconfiabas de ellos?”, le preguntó del Rincón.

“Sí, porque no los conocía y no sabía quiénes eran”, respondió.

Cuando del rincón le preguntó si Leopoldo López era un “martir”, Coello dijo: “Él es una persona con convicciones que está decidido a pasar la cantidad de tiempo y todo lo que le hagan pasar por el bien de Venezuela”.

Ratificó que nunca estuvo vinculado a Voluntad Popular y que tampoco conocía personalmente a López hasta el día, tres meses despúes de su detención, cuando la jueza del caso decidió unir los expedientes de López con el de los estudiantes. “Lo conocí en los calabozos de tribunales (…) me esposaron junto a él y lo que hicimos fue presentarnos y él lo que me dijo fue, tranquilo chamo, que esto va a pasar”.

El caso de asilo

Los abogados de Coello, Elizabeth Blandona y Richard Rivas, informaron que la petición de asilo de Coello fue presentada y que esperan una entrevista con la Oficiana de Asilo ubicada en Miami.

“Marco es el asilado perfecto”, dijo Blandona, “porque él tiene miedo de regresar y el motivo de la persecución que él sufrió fue completamente político aunque no es miembro de un partido”.

Aquí, los videos en orden cronológico: